Salmo 143:8
Salmos 143:8
Hazme oír por la mañana tu misericordia,
Porque en ti he confiado; Hazme saber el camino por donde ande, Porque a ti he elevado mi alma. (RVR1960)
Palabras del Rey David, demostrando su dependencia total a Dios, a pesar de ser un hombre preparado en la guerra no escapaba de sentir las mismas aflicciones y temores que sentimos nosotros. David no tenía exceso de confianza, su confianza estaba en Dios, de allí sus palabras en buscar desde el inicio del día la dirección de Dios, sentirse lejos de su voz era entrar en sendas de oscuridad. David se revestía de las promesas del Dios todopoderoso, en sus proyectos era indispensable la dirección de Dios, sus planes eran marcados por el ingeniero de su vida. El temor al fracaso nunca sería una opción mientras su oído estuviese en contacto con el altísimo, porque aunque las cosas pareciesen perdidas para el, tan solo era una nueva metodología usada por Dios para sorprenderle, David entendía que sus ideas eran simples delante de Dios, pues como es de entender, los planes de Dios son diferentes y son llevados por un toque de originalidad.
Imaginense, cuando Goliat retó a todo el ejercito israelí, quien podría dar crédito que por un joven pastor vendría la victoria del pueblo? No tengo dudas de que el desaliento y el temor estaban en la mente del ejercito israelí, y el simple hecho de ver al gigante caer por armas tan sencillas y simples reactivó la confianza y la fe en el pueblo.
Dios es grande y demuestra su poder con hechos que sobrepasan nuestra imaginación. Si la lucha fuese contra un tanque de guerra y un arco, la victoria no estaría en lo fuerza o poder humano, sino en aquel ejercito que deposite toda su confianza en Dios.
David recibió el camino por el que debía andar como dice el salmo, y fue confiado a conquistar la victoria. La pregunta para tu victoria:
Ya recibiste la dirección de Dios para tu victoria hoy? O estas esperando que sea otro el que resuelva tu vida? Nuestra esperanza debe estar cimentada en un Dios que todo lo puede y de las cosas más simples provee las victorias más sorprendentes.
No sigas caminando con la mirada en tierra, levanta tus ojos y tus oídos atentos a la voz de tu creador.
La victoria es para los que creen y confían en un Dios que hace posible lo imposible.
Dios nos haga crecer en fe y su amor nos acompañe.
Bendecidos en Él.
Hazme oír por la mañana tu misericordia,
Porque en ti he confiado; Hazme saber el camino por donde ande, Porque a ti he elevado mi alma. (RVR1960)
Palabras del Rey David, demostrando su dependencia total a Dios, a pesar de ser un hombre preparado en la guerra no escapaba de sentir las mismas aflicciones y temores que sentimos nosotros. David no tenía exceso de confianza, su confianza estaba en Dios, de allí sus palabras en buscar desde el inicio del día la dirección de Dios, sentirse lejos de su voz era entrar en sendas de oscuridad. David se revestía de las promesas del Dios todopoderoso, en sus proyectos era indispensable la dirección de Dios, sus planes eran marcados por el ingeniero de su vida. El temor al fracaso nunca sería una opción mientras su oído estuviese en contacto con el altísimo, porque aunque las cosas pareciesen perdidas para el, tan solo era una nueva metodología usada por Dios para sorprenderle, David entendía que sus ideas eran simples delante de Dios, pues como es de entender, los planes de Dios son diferentes y son llevados por un toque de originalidad.
Imaginense, cuando Goliat retó a todo el ejercito israelí, quien podría dar crédito que por un joven pastor vendría la victoria del pueblo? No tengo dudas de que el desaliento y el temor estaban en la mente del ejercito israelí, y el simple hecho de ver al gigante caer por armas tan sencillas y simples reactivó la confianza y la fe en el pueblo.
Dios es grande y demuestra su poder con hechos que sobrepasan nuestra imaginación. Si la lucha fuese contra un tanque de guerra y un arco, la victoria no estaría en lo fuerza o poder humano, sino en aquel ejercito que deposite toda su confianza en Dios.
David recibió el camino por el que debía andar como dice el salmo, y fue confiado a conquistar la victoria. La pregunta para tu victoria:
Ya recibiste la dirección de Dios para tu victoria hoy? O estas esperando que sea otro el que resuelva tu vida? Nuestra esperanza debe estar cimentada en un Dios que todo lo puede y de las cosas más simples provee las victorias más sorprendentes.
No sigas caminando con la mirada en tierra, levanta tus ojos y tus oídos atentos a la voz de tu creador.
La victoria es para los que creen y confían en un Dios que hace posible lo imposible.
Dios nos haga crecer en fe y su amor nos acompañe.
Bendecidos en Él.
Comentarios
Publicar un comentario